Con el fisco en Estados Unidos no se juega y un delito como el cometido por el crack del Barcelona a Hacienda tendría peores consecuencias en el país norteamericano. Messi y su padre, Jorge, fueron condenado a 21 meses de prisión por tres delitos fiscales en los que defraudaron 4,1 millones de euros como consecuencia de no haber tributado en España los ingresos de 10,1 millones percibidos por los derechos de imagen del delantero.
Al ser una condena inferior a dos años el juez tiene la opción de suspender la entrada en prisión de los condenados.
Y el economista Luis Garicano de ‘Ciudadanos’ aseguró en una entrevista a ‘El Español’ que «en el mundo del fútbol nos hemos encontrado con que hay una situación de fraude enorme y aquí no acaba en la cárcel nadie.