Neymar se ha dado todo un capricho estas Navidades. El delantero brasileño del Barcelona ha decidido poner otra bestia en su garaje. A finales del año pasado, trascendió que el jugador había tenido un accidente con su vistoso Ferrari de color rojo, un percance en el que no sufrió daño alguno. Ahora, ya tiene un relevo para ese superdeportivo italiano: un coche de la misma marca, aunque en esta ocasión ha optado por un elegante color negro.El brasileño ya se ha dejado ver en los entrenamientos del Barça con su nuevo juguetito.