El delantero chileno tuvo una tremenda rabieta en el campo después del empate a 3-3 con el Bournemouth. Alexis lanzó sus guantes al suelo con desesperación, frustrado por el resultado, que representa un duro golpe para el Arsenal en sus aspiraciones de conquistar la Premier.
El técnico Wenger dijo: «Hemos perdido dos puntos, pero tenemos que hacerlo mejor en los otros partidos y esperamos que otros equipos pierdan puntos.
No fue un resultado que queríamos antes del partido, pero en 3-0 abajo habríamos firmado por 3-3.
Tuvimos mala suerte en algunas decisiones”.
Pero Sánchez no compartió estas declaraciones y su enfado siguió al finalizar el partido como prueba que el atacante no hablase con nadie en el vestuario.