No hay sitio. El presidente del Real Madrid tiene entre ceja y ceja la llegada el que está llamado a ser comandante en jefe del fútbol europeo a corto/medio plazo: Paulo Dybala.
El máximo mandatario del Real quiere matar dos pájaros de un tiro. Primero, reforzar al Madrid con un atacante que apuntala el futuro blanco. Segundo, golpear al Barcelona/Messi donde más les duele.
Leo, afirman desde el Madrid, pagaría de su bolsillo para evitar ver a Dybala de blanco. La proyección mediática de la entidad de Chamartín colocaría al delantero de la Juventus en una dimensión que pondría en jaque el reinado de Messi en Argentina.