Messi no está para bromas. El crack quiere recuperar el cetro del fútbol mundial hoy mejor que mañana y aprieta a las alturas con un proyecto ganador.
Los resultados que tapaban las miserias internas han volado. El mal momento del equipo deja al descubierto un drama mayor: los ‘capos’ del vestuario llevan con el gesto torcido desde el arranque del nuevo curso. Los fichajes pensados por Luis Enrique/Robert Fernández, director técnico del Barça, no han gustado a los ‘capos’ del equipo.
El club ha fichado suplentes, afirman, pero no titulares. Únicamente Umtiti cuenta con la aprobación de los pesos pesados de un grupo que alucina con las contrataciones de Paco Alcácer o André Gomes.En el primer caso fueron varias las voces autorizadas del vestuario que advirtieron a los mandos del Barça que la continuidad de Munir era la mejor solución para apuntalar la delantera. Ni caso. Con André Gomes el drama fue mayor.
En el equipo nadie se explica porque el club apostó por reforzar la medular soltando una millonada para una posición con ‘overbooking’ cuando la salida de Dani Alves dejaba el lateral derecho en paños menores.