Sergio Ramos vivió el duelo entre el Real Madrid y el Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán del pasado domingo a altísimas revoluciones. El capitán del conjunto madridista tuvo un serio encontronazo con los ultras y se sintió totalmente despreciado por un estadio que fue su casa durante varias temporadas. La tensión podía cortarse con un cuchillo. Muy especialmente, antes de que Cristiano Ronaldo lograra anotar el 0-1 para los suyos.
En ese momento, según han recogido las cámaras de Cuatro, Luka Modric se acercó a Ramos para instarle a que no perdiera la calma si, tal y como sucedió, el portugués marcaba el gol para su equipo.
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