El Barcelona quiere asegurar el tiro con las nuevas promesas y les ofrece una cesión antes de llegar al primer equipo. Así se lo plantean tanto a los futbolistas del filial como a los juveniles durante las negociaciones de sus contratos. Dos o tres temporadas en el segundo equipo y la posibilidad de salir un año a préstamo.
Un cambio que se fraguó hace dos campañas, cuando el filial descendió a Segunda B porque el salto de al primer equipo era aún mayor y se prefirió que el jugador se foguee y sume minutos antes que quedarse sin competir.