Aunque parezca una frivolidad, casi se podría hablar de ‘crisis’ en el Real Madrid después de la derrota ante el Celta este miércoles en Copa del Rey. Para un equipo que había generado las expectativas más grandes de los últimos años tanto por juego como por sensaciones, y para un entrenador, Zidane, que se ha convertido en el gran ‘Mesías’ del madridismo (y lo sigue siendo), perder dos partidos consecutivos por primera vez en un año tiene que ser necesariamente síntoma, al menos, de un receso para pensar.
Y eso es justo lo que parece que va a hacer el francés, que siguió conciliador en rueda de prensa tras la derrota y después del batacazo de Sevilla, pero ya lanzando algún que otro aviso serio: “Algo tengo que hacer”. Se presumen, por tanto, más cambios y medidas ante lo que desliza puede ser una mezcla de pérdida de intensidad en combinación con una cuestión mental, provocada por haber perdido después de tantísimo tiempo sin hacerlo.
Pero Zizou también tendrá que luchar contra ‘los enanos’ que suelen crecer cuando hay crisis.