Pasan los días y van apareciendo noticias que mejoran lo presente, como la probable recuperación de James, Modric y Pepe para el importante partido de Balaídos, pero la actualidad del Real Madrid sigue pasando por lo que sucede desde hace semanas en el Bernabéu y el ambiente enrarecido que domina en el estadio merengue a pesar de que el equipo de Zinedine Zidane mantiene el liderato de la Liga con firmeza y afronta con todas las opciones los octavos de final de la Champions League. Tal y como contamos esta semana en Don Balón, al vestuario no le ha gustado nada el hecho de que el público no les pasara una ante la Real Sociedad, un encuentro complicado por el rival y las bajas, y en el que casi tuvieron que suplicar el apoyo de la grada, que además volvió a pitar a Danilo, a Benzema y al equipo en un par de ocasiones.
El asunto del poco apoyo que el Real Madrid recibe por parte de sus aficionados y en su propio estadio es algo histórico que siempre sale a colación cuando el equipo blanco atraviesa periodos de crisis. El problema (o simplemente la curiosidad, según desde qué punto de vista se mire) es que ahora mismo el Madrid no está en crisis, o eso consideran los futbolistas. Se ha caído eliminado de la Copa del Rey, sí, pero sin olvidar que el título del KO es el menos importante dentro del escalafón general de la temporada, y de que ésta llega después de dos títulos y una racha histórica de 40 partidos sin perder. Y pese a ello, parece como si el aficionado medio estuviese descontento con lo que ve y con los resultados y exigiera todavía más.
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