José Miguel Muñoz@tara11iker
Cuando el Sevilla FC vencía al Real Madrid en la Liga dándole una lección sobre el terreno de juego para colocarse a un punto de los de la capital de España, y en cierta forma vengar su eliminación copera, sabía que el camino no sería fácil. Dicha intuición tuvo la más rápida confirmación apenas unos días más tarde, cuando a las primeras de cambio los sevillistas eran descaradamente perjudicados nada más echar a rodar el balón en el Espanyol-Sevilla.
Que el Sevilla esté ahí arriba es algo que incomoda y se sabe. Basta echar la vista atrás y recordar lo vivido en Palma de Mallorca cuando con Juande Ramos en el banquillo tenía la Liga en el bolsillo. Pero el guión como en esta ocasión se repite, y sin que nadie pida nada, si reclama que cuanto menos no se lo quiten. Lo vivido en Barcelona la pasada jornada con ese arranque de partido ante el Espanyol, penalti y expulsión, es una falta de respeto a la inteligencia del aficionado.
No se puede consentir ni admitir, da igual los colores que alguien defienda, que sigan aconteciendo hechos como el que destacamos porque hoy el perjudicado se llama Sevilla FC, pero mañana será cualquier otro. Por este motivo el sevillismo desde sus diversas plataformas se ha querido hacer fuerte ante la adversidad para que nada ni nadie pueda con ellos, y el primero que ha dado un golpe en la mesa ha sido el propio Jorge Sampaoli, con un
mensaje de resistencia a los suyos.