Cristiano Ronaldo no tuvo su día en el partido contra el Espanyol y mostró su peor versión a partir de la salida de un Gareth Bale que volvía a los terrenos de juego cuatro meses después de su lesión. Pese a lo plácido del partido el crack portugués mostró una gran falta de compañerismo y una gran envidia cuando Bale saltó al césped.
La estrella blanca fue uno de los pocos jugadores del Real Madrid que no aplaudió la salida de Gareth Bale y mostró en varias ocasiones malas caras ante los intentos de ataque del galés que no acababan en sus botas.