Jorge Sampaoli tiene muy claro que, si aterriza finalmente en el Barcelona el verano que viene, hay un jugador chileno que tiene que acompañarle sí o sí en su llegada al Camp Nou: Arturo Vidal. Le conoce muy bien por la etapa en la que ambos coincidieron en las filas de la selección chilena y está convencido de que el ahora jugador del Bayern de Múnich podría dar una contribución absolutamente decisiva para que el conjunto azulgrana recuperara su tan añorado control del centro del campo.
Sabe muy bien que, para abrirle hueco en el equipo, tendría que deshacerse de uno o dos futbolistas.