Tiró de rotaciones Zinedine Zidane para enfrentarse a Las Palmas en el Santiago Bernabéu y su apuesta no le salió precisamente bien. No era el día. Prescindió de Casemiro y Modric, y el equipo empezó y terminó el encuentro partido en dos, sin un empaque serio en el centro del campo y convirtiendo cada contragolpe canario en una auténtica pesadilla, con muchos metros entre la portería de Keylor Navas y el primer defensa merengue. Pero también fue el francés plegable a la ‘presión popular’ y colocó a Isco y a Álvaro Morata de titulares.
En el caso del delantero madrileño, anotó un Hat-Trick difícil de explicar, porque ninguno de los tres goles subió al marcador. Pero a la hora de tener que remontar el encuentro quitó al canterano para meter a Karim Benzema, en una maniobra que muchos no entendieron en el estadio. Y por si fuera poco, el francés no estuvo acertado y, además de no participar demasiado en el juego, falló un gol clamoroso mandando un disparo a bocajarro por encima del travesaño, evidenciando que no está siendo su temporada.