Leo Messi era una furia. El Barcelona firmaba uno de los capítulos más glorioso de la historia del Barça/fútbol y en el Camp Nou se desataba la euforia.
Este Barça es otro, afirman desde dentro. El anuncia del adiós de Luis Enrique, al que los pesos pesados no querían ver un año más en las instalaciones azulgrana, ha cambiado la cara a un equipo que ya no agacha el cogote, al contrario.
Jugadores como Messi, Neymar, Piqué, Busquets y compañía no rehúyen al envite: el triplete está sobre la mesa y van a por él.