Un resultado como el 6-1 que el Barcelona le endosó al PSG el pasado miércoles en el Camp Nou no se olvida fácilmente. Y es que la goleada culé no se esperaba para nada, y menos aún que sirviera para darle la vuelta a un resultado tan abultado como el 4-0 que el equipo español se trajo de París. Es la mayor remontada en la historia de las competiciones europeas, y ha traído tantos comentarios positivos acerca de la resurrección de este Barça como polémica, pues la actuación del árbitro alemán Deniz Aytekin fue tremendamente controvertida.
Sobre la lista de agravios del colegiado ya se ha dicho todo: Concedió dos penaltis favorables al Barça, uno muy discutible y el otro de todo punto inexistente; no señaló otras dos penas máximas a favor del PSG, y también dio el primer gol del choque, obra de Luis Suárez, en fuera de juego. Es evidente que la remontada, si bien fue una gesta indiscutible, no hubiese sido posible sin esta concatenación de circunstancias arbitrales.
No son pocos (y no solo ha sido el madridismo) los que han señalado con dureza la actuación del colegiado. La UEFA habría apartado a Aytekin después de su arbitraje, pero la cosa podría no quedar ahí.
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