Leo Messi ha acabado el partido de Riazor más que enfadado. El argentino no ha realizado un buen encuentro, y él lo sabe, pero señala en otra dirección.
El ’10’ ha salido cabreado desde el inicio, y es que no ha entendido la alineación de Luis Enrique. El asturiano ha vuelto a insistir en André Gomes, dejando a Rakitic e Iniesta en el banquillo, y a Leo no le gusta un pelo jugar con el portugués.