Cristiano Ronaldo fue noticia el pasado sábado en San Mamés ante el Athletic, no ya por su buen partido con asistencia a Karim Benzema en el primer tanto del encuentro, sino por su mala cara y por mascullar ‘foda-se’ cuando Zinedine Zidane decidió sustituirle con 1-2 en el marcador, el choque muy apretado y los locales empujando para intentar conseguir el empate. Fue un cambio sorprendente por la valentía del técnico a la hora de quitar del terreno de juego al jugador franquicia del club y por mirar por el bien del equipo en lugar de tomar otra decisión más fácil. Pues bien: que se prepare tanto el luso como el resto del vestuario, porque podríamos empezar a ver este tipo de cosas más a menudo.
Y es que el Real Madrid afronta los dos últimos meses de competición jugándose los dos grandes títulos en un maratón de partidos que concentrará las fechas más exigentes de todo el curso. Empezando por un abril absolutamente brutal, en el que los blancos jugarán dos partidos contra el Bayern de Múnich en Champions, y el derbi ante el Atlético de Madrid y el Clásico frente al Barça, ambos de Liga. Contando con que no vuelva nadie lesionado o con molestias del parón por Selecciones, Zidane va a necesitar echar mano de toda la plantilla para afrontar los partidos que quedan y poder disponer onces de garantías en lo físico, por lo que tiene pensado ampliar y reforzar su ya habitual plan de rotaciones.
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