A falta de dos meses para que termine la temporada, todo en el Atlético de Madrid pinta muy en el aire. Tanto los resultados deportivos (no se ha terminado de ‘cazar’ al Sevilla en la lucha por la tercera plaza y la Champions todavía queda lejos, aunque se mantienen todas las opciones) como el futuro de la plantilla una vez que se consume la ‘mudanza’ al nuevo Wanda Metropolitano. El club quiere contar con un plantel capaz de ganarlo todo en su primer año en el nuevo estadio. Y por supuesto, eso incluye al Cholo Simeone.
El argentino ha abandonado los pensamientos que le llevaron a plantearse no continuar al final de la temporada pasada, nada más caer en la final de la Champions League frente al Real Madrid por segunda vez en tres años. Sin embargo, otro desenlace fatal del presente curso, unido a otro verano en el que el técnico no logre obtener el nivel de refuerzos que pide todos los años (y que después de este curso empezarán a ser extremadamente necesarios) podría hacerle dudar de nuevo. No todas las fuentes cercanas al Atlético ven totalmente clara la continuidad del Cholo.
Buena parte de la felicidad de Simeone dependerá del esfuerzo que haga el club en materia de fichajes este verano. Sobre todo, el argentino quiere un delantero centro de renombre, una estrella mundial afín a las características que reclama el técnico y que haga olvidar de una vez por todas a los Forlán, Falcao o Diego Costa.
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