Y dos días después, llegó. En el esperado acto de anuncio del nuevo patrocinio de Telefónica por parte del Real Madrid, se produjo esa ansiada ‘respuesta’ de parte del club, personificado en la figura de su presidente, al ataque recibido por parte de Gerard Piqué el pasado martes desde la concentración de la Selección española. El central azulgrana hizo una ‘rajada’ sin precedentes, vinculando el palco del Santiago Bernabéu con “los hilos que mueven el país” y sugiriendo que de ahí vinieron las imputaciones a Messi y a Neymar.
Tal ha sido la magnitud del terremoto provocado por sus palabras, que incluso el Abogado del Estado se ha dado por aludido, y el debate en las últimas horas había sido si el Real Madrid debía emprender o no acciones legales (algo que se estudió y después se descartó, optando por el silencio como medida para no darle coba al futbolista) e incluso si se tenía que ejercer algún tipo de respuesta institucional más contundente, como suspender la próxima comida oficial de directivas de Barça y Real Madrid, en el marco del Clásico que se disputará el 23 de abril.
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