Voluntad, toda. El Real Madrid tiene un problema mayor con Isco.
El jugador no renuncia a seguir de blanco pero marca condiciones insalvables.
Primera, que el club blanco le iguale las mejores ofertas de Barça, City y PSG.
Una subida salarial por encima de los 8 millones que pondría de uñas a Kroos, Modric, Benzema o Ramos.
Segunda, que Zidane le garantice un rol principal en el equipo. Un imposible.
El francés no tiene a Alarcón entre sus preferencias.