Pese a que en 2016 los títulos individuales le fueron esquivos, Lionel Messi afronta este 2017 con una moral renovada y vuelve a estar, por cifras y sensaciones, en disposición de conquistarlo todo a nivel colectivo y personal con el Barça.
El argentino forma parte del único equipo que todavía puede ganar el triplete y que parece que ha entrado en velocidad de crucero después de que Luis Enrique haya anunciado su marcha al final de la temporada… y por supuesto, gracias también al excelente estado de forma del ’10’.
No es ningún secreto que una de las causas del casi siempre fantástico estado físico de Messi se debe a la estricta dieta que sigue desde hace años.
No es un régimen cualquiera. Leo sigue los pasos que le marca su nutricionista personal, Giuliano Poser, famoso por sus fórmulas para sacar el máximo rendimiento a grandes deportistas en base a formas de alimentación revolucionarias y muy pensadas, y también a sus conocimientos de medicina deportiva.
Leo se puso en sus manos cuando buscaba una solución para dejar de sufrir lesiones musculares con cierta frecuencia, y desde entonces ha cambiado su físico de forma espectacular.
Se nota en su regularidad, en el hecho de que prácticamente no se lesiona casi nunca… pero también se notó en su día en su aspecto.
Pasamos de ver un Messi de formas más redondeadas y músculos no tan tonificados (no gordo, ojo) a un Messi muchísimo más fino, fibrado y eléctrico en cada jugada y en cada sprint.
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