La nefasta racha de juego y sobre todo de resultados que está atravesando el Sevilla desde hace aproximadamente un mes ha causado un auténtico terremoto en el club.
El ya confirmado adiós de Monchi al final de la temporada no ha hecho sino aderezar aun más la sensación creciente de deriva que muchos aficionados temen que tome la entidad una vez que concluya esta temporada, en la que todavía no está nada claro cuál será el techo final de un equipo cuya pinta hace pocas semanas era de alcanzar cotas históricas.
Ahora solo se pelea por la clasificación para la Champions.
Y el jefe del mismo sigue siendo Jorge Sampaoli, que al igual que el equipo ha sufrido un desgaste brutal en cuanto a imagen de cara a los aficionados en muy poco tiempo.
El entrenador, que llegó como un atrevido visionario a Sevilla en verano, y que se había convertido poco menos que en un gurú con un futuro increíble en el fútbol europeo, es ahora un hombre del que buena parte de los aficionados sevillistas desconfían cada vez más, debido a sus extrañas decisiones tácticas y al hecho de que el equipo no ha respondido cuando ha estado más exigido este curso.
Cuenta el diario El Confidencial que tanto Sampaoli como José Castro, presidente del Sevilla, tienen entre manos una dura decisión: fijar ya cuál será el futuro del técnico argentino.
La intención de la entidad, incluso sin Monchi, es prolongar su contrato hasta junio de 2018.
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