Cartas sobre la mesa. El Real Madrid y el Atlético se juegan el ser o no ser en Europa en un puñado de días.
Un partido al que el Barcelona no lo quita ojo: un Real campeón de Europa, y con la Liga a tiro, convertiría la campaña azulgrana en horrible por más que Messi y compañía lograran meter la Copa en el zurrón.
El doblete, con la Duodécima de por media, liquida al Barça. Un camino que para el Real de Zidane pasa por vencer al vecino en la eliminatoria de semifinales antes de poner un pie en la gran final Cardiff. Encuentro en el que el vestuario azulgrana se pone la bufanda rojiblanca, con una excepción.