Palo. El Barcelona tiene las carnes encarnadas. La lluvia de golpes en el Camp Nou es de las que marca un antes y un después.
Los éxitos del Real Madrid sacan las miserias del Barça a la luz como nunca.
Con el equipo a la deriva, sin técnico de futuro –Valverde es la apuesta-, con las estrellas rebotadas, la caja pelada, unos fichajes de risa, dependiendo de Messi y la columna vertebral del equipo roznado la treintena, la aventura azulgrana no anima al personal.
Estrellas como Marco Verrratti lo tienen claro: entre una oferta del Real Madrid y otra del Barcelona la elección está fuera de duda.
Al italiano, al que desde Barcelona intentan convencer con el cuento de jugar junto a Messi, lo de tener al Leo al lado no le impresiona, al contrario: Marco, si sale de Francia, no es para trabajar para terceros.
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