Leo Messi ha querido mandarle un mensaje muy claro a la cúpula del Barça: hay dos fichajes que no pueden convertirse en una realidad. En ningún caso. El crack argentino quiere que el club refuerce la posición de lateral derecho, una zona del campo que quedó en gran parte huérfana con la marcha de Dani Alves, pero veta que eso se haga a cualquier precio. Considera que no es momento para hacer experimentos. Lo que hace falta es un jugador decididamente contrastado. De calidad. Así lo ha trasladado su entorno a la cúpula barcelonista.
Ya han empezado a sonar alternativas low cost para el lateral derecho, como las de César Azpilicueta, del Chelsea, y Benjamin Henrichs, del Bayer Leverkusen.