Cuando restan sólo cinco partidos para que termine la campaña (o cuatro, si hay debacle este miércoles en el Vicente Calderón), lo cierto es que la plantilla del Real Madrid, además de haber alcanzado su cénit en cuanto a estado físico, momento de forma futbolístico y resultados, también se ha conjurado para ponerle las cosas lo más difíciles posible tanto a Zinedine Zidane como a Florentino Pérez. Se acerca el verano, y los resultados finales determinarán qué tipo de cambios hay en la plantilla, quiénes se quedarán y qué jugadores se irán del club.
Uno de los puntos más calientes sigue estando en la portería. Keylor Navas y Kiko Casilla han alcanzado, al igual que sus compañeros, su mejor versión a estas alturas, lo cual mete en un serio compromiso al Real Madrid. Parece que la decisión de fichar a David de Gea está tomada desde hace tiempo en la casa blanca, y hasta hace bien poco a la misma acompañaba el hecho de que el ‘tico’ no estaba completando un buen año, en el que después de su operación, que le tuvo todo el verano parado, no había mostrado el nivel de la 2015-2016.
Pero el choque contra el Atlético de Madrid supuso el primer partido en esta edición de la Champions League en el que el Real Madrid dejó su portería a cero, justo en el momento más decisivo de la campaña. Y el pasado fin de semana, Casilla prolongó este estado de gracia bajo palos en el equipo dejando a cero su portería en Granada.
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