El Real Madrid se clasificó este miércoles para su segunda final consecutiva de la Liga de Campeones, su competición fetiche, tras clasificarse pese a su derrota ante el Atlético de Madrid (2-1), y buscará el próximo 3 de junio en Cardiff un hecho inédito en la historia, defender la ‘Champions’ que conquistó el año pasado.
El conjunto blanco ha seguido una línea de progresión claramente ascendente según han ido avanzando hacia la final, con una diferencia abismal de rendimiento y resultados entre su clasificación para las eliminatorias como segundo tras el Borussia Dortmund y los grandes partidos frente al Bayern de Múnich en cuartos y el Atlético en la ida de las semifinales. Sin embargo, no se libraron de un susto en el Vicente Calderón que fue solventado por Benzema e Isco. Los de Zinedine Zidane, que la temporada anterior había añadido la undécima a su palmarés personal como entrenador después de ganar la ‘Novena’ como jugador, pusieron su primer pie en esta ‘Champions’ con una remontada en la fase de grupos contra el Sporting de Portugal, iniciada por Ronaldo con un libre directo en el minuto 88. El equipo dejó muchas dudas a lo largo de toda la fase previa a las eliminatorias pese a la condición de invicto que mantuvo hasta las semifinales, consiguiendo tres victorias y tres empates (dos de ellos frente al Borussia de Dortmund y una contra el Legia). Finalmente, el Madrid terminaría clasificándose como segundo con dos puntos menos que el equipo germano. Los octavos de final ante el Nápoles italiano parecieron demostrar que los blancos rinden mejor en situaciones adversas, y más si se trata de la Liga de Campeones. Sus dos victorias (3-1 y 1-3) comenzaron con un tanto del equipo napolitano. En la vuelta, Sergio Ramos fue el encargado de dar inicio a la remontada que desinfló la intensidad del equipo local. El Madrid pareció, en un primer momento, el gran damnificado por el sorteo de los cuartos de final, ya que en frente tendrían al Bayern de Carlo Ancelotti, el técnico de la ‘Décima’. Sin embargo, y pese al horizonte negro que dibujaba el primer gol de Vidal en la ida, los blancos fueron mejores y, gracias a la actuación de un estelar Cristiano (5 goles entre la ida y la vuelta) y la contundente victoria en el Bernabéu con golazo de Asensio incluido, se metieron entre los cuatro mejores equipos del continente. Después, el sorteo de semifinales quiso el derbi de Madrid, mientras que el Mónaco se vería las caras con la Juventus, evitando así la posibilidad de que se repitiera una final madrileña por tercera vez en cuatro años. El partido de ida en el feudo blanco tuvo un nombre propio, Cristiano Ronaldo. Con sus tres goles, el luso alcanzó las ocho dianas en las eliminatorias (diez en toda la competición) y dejó la eliminatoria teóricamente encarrilada. La mala noticia llegó al borde de la primera mitad, cuando Carvajal se tiró al suelo lesionado y tuvo que ser sustituido por Nacho. El último duelo antes de volar a Cardiff se puso muy cuesta arriba para los blancos con un 2-0 en contra en un cuarto de hora, que dejaba al Atleti a un gol de empatar la eliminatoria a falta de más de una hora de juego. Sin embargo, la paciencia de los de Zidane a la hora de construir el juego y tratar de bajar el ritmo de juego dio sus frutos. Una jugada maradoniana de Benzema terminó dejando en bandeja el gol a Isco, que cambió totalmente el ánimo de los dos equipos para el resto del choque. Así, el próximo día 3 de junio, el equipo con más Copas de Europa intentará seguir haciendo historia frente a la Juventus de Higuaín, un viejo conocido de la casa. Será además una reedición de la final de la ‘Séptima’, que cayó del lado de los madridistas gracias al gol de Mijatovic.
