Freno de mano. A Leo Messi no le tiembla el pulso. Ni le cambia el gesto. La clasificación del Real Madrid para la gran final de la Champions estaba profanada. Ni el más despistado en el Barça contaba con la machada del Atlético. ¿Pánico? Ninguno.
Con la Duodécima a tiro para el Real y la Liga encarad, Messi manda un mensaje terrible al Madrid.
El crack del Barça dibuja un final de temporada épico para los azulgrana con tormenta blanca. Y lo argumenta.
Los capos del vestuario auguran un año en blanco para el Madrid. El equipo está convencido de que Jorge Sampaoli, compatriota/amigo de Leo, es una baza ganadora. El Sevilla hará saltar la banca en el Bernabéu y la Liga dependerá de un Barcelona que, afirman, no fallará. Si la cosa se pone fea, queda el Celta de Vigo –cuna de Luis Enrique- con Eduardo Berizzo, otro compatriota/amigo, que saldrá a ‘matar’.
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