No se toca. Ernesto Valverde ya sabe cuáles son los deseos de Messi: un equipo ganador, competitivo, que permita pelear al Barcelona con el Real Madrid de tú a tú, y un intocable en el grupo: Javier Mascherano.
El crack argentino del Barcelona quiere a su amigo/compatriota en el Barça. El pasado año, cuando la directiva lo puso en el escaparate, fue Leo, junto con Luis Enrique, quien frenó una salida cantada a la Juventus. Ahora, la historia se repite.
Javier encabeza todas las quinielas para salir por la puerta de atrás del Camp Nou. La alarmante caída en el rendimiento, un rol secundario y una ficha desorbitada para su aportación lo colocan como uno de los señalados desde la cúpula para aligerar nóminas.