Al mal tiempo… La posible marcha de Cristiano Ronaldo del Real Madrid tiene a los capos del Bernabéu con una sonrisa de oreja a oreja.
Florentino Pérez hace el papel que toca de puerta a fuera defendiendo a ultranza al jugador, pero en los pasillos de la T4 se respira otro aire.
En el Real se darían con un canto en los dientes si algún despistado soltara los casi 200 ‘kilos’ que Pérez exige a Jorge Mendes, agente y cerebro de la operación que busca una mejora salarial, para abrir la puerta del Beranbéu a CR7.
El primero que abriría el champagne es Zidane.