Robert Fernández, director deportivo del Barça, está en la picota. La directiva ya le ha dado un toque de atención y espera que cuanto antes cierre la plantilla de cara a la temporada próxima y lo haga con por lo menos tres cracks que sirvan para jugar habitualmente en el once titular de Ernesto Valverde, algo que no ha hecho las pasadas temporadas.
El Barça le ha interpuesto un límite de 200 millones de euros para realizar al menos tres fichajes y desde el club comienzan a impacientarse viendo como cada semana un jugador nuevo rechaza ir al Barça cuando antes todos se peleaban por venir.