El asunto Cristiano Ronaldo no está para nada cerrado. Mientras el portugués apura sus opciones de conquistar la Copa Confederaciones en Rusia (juega las semifinales ante Chile este miércoles), en el Real Madrid siguen con sus tácticas destinadas a quitarle gasolina a un incendio que dura ya más de una semana, desde que el enfado del luso se pusiera de manifiesto a través de la prensa lusa. Florentino Pérez estuvo hace algunas horas en otra entrevista hablando del tema.
Fue en el programa radiofónico El Primer Palo, de esRadio, donde el presidente del Real Madrid confesó tener constancia del mosqueo del futbolista. Que hay problemas con la gran estrella es evidente, pero el mandatario volvió a intentar poner paz defendiéndole hasta donde pudo en sus litigios con la Hacienda española, así como deslizando que confía en que se quede en el conjunto blanco.
Tranquilidad. No obstante, la actitud del Real Madrid de puertas para dentro en este sentido sigue siendo la misma, la de tener temple y llegar sólo hasta donde pueda. Desde el principio de esta crisis, y ante el rumor de que lo que pretende Cristiano, instigado por Jorge Mendes, es una subida salarial, un nuevo contrato o una acción por parte del club que conlleve pagarle una hipotética multa, el Madrid se ha negado en rotundo a ir tan lejos.
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