Sorpresa. La boda del año, la de Messi con Antonella Roccuzzo, encara la recta final con una ausencia sonada.
Messi, que no ha hecho llegar ninguna invitación al que hasta ahora fue su técnico, Luis Enrique, ni al staff que acompañó a ‘Lucho’ en el Barcelona dejando claro lo que era un secreto a voces: la relación de Messi con Luis Enrique era nula, no tendrá a uno de los grandes cracks del equipo a su lado.
Andrés Iniesta ha removido hasta el último momento mar, tierra y aire para plantarse en Rosario, pero sus obligaciones personales lo han impedido.
El capitán, que fue el primero en caer de la primer lista de invitados, ha estado intentando sorprender a la pareja con su presencia, y la de los suyos, hasta el último momento sin éxito.