“Aquí no lo quiero ver”. Florentino Pérez es un hombre de ideas fijas. Cerró la puerta del Real Madrid a Pau Pogba para no tener que aguantar a Mino Raiola. Y repite la jugada.
El máximo mandatario del Real no tiene ningún problema con Donnarumma, al contrario. Como tampoco lo tenía con Paul Pogba.
El problema en ambos casos es el agente. Pérez no comulga con las artimañas de un Raiola al que no quiere meter en el Bernabéu a pesar de que la operación salida del meta del Milan es un chollo. El mandatario prefiere rascarse el bolsillo con De Gea y hasta con Thibaut Courtois que abrirle la puerta el Real al agente.