El Barça ha culminado una jugada maestra con Neymar. A partir del 1 de julio, todo aquel que se plantee pasar por caja y pagar la cláusula de rescisión del brasileño para llevárselo del Camp Nou tendrá que pagar mucho más para hacerse con sus servicios. Desde esa fecha, y hasta el 30 de junio del año que viene, su cláusula estará cifrada en 222 millones de euros. Una cantidad que crecerá aún más a partir de 2018 hasta situarse en 250 millones de euros.
Ése es, precisamente, el acuerdo que alcanzaron el club azulgrana y el propio futbolista brasileño en la última renovación del contrato del jugador con el Barcelona.