Florentino Pérez ríe. El presidente del Real Madrid se parte de la risa cuando avisan de ofertas millonarias por Cristiano Ronaldo.
En el Real, cuentan desde dentro, nadie pregunta por CR7. Y aún menos está dispuesto a poner los casi 200 ‘kilos’ que exige el presidente para abrir la puerta al portugués después de su última pataleta.
El United no movió ficha, el Bayern tampoco, el Chelsea pasa y queda el PSG, club que prefiere a Neymar/Bale que a un Ronaldo por el que no pasaría de los 100 millones.
Cristiano Ronaldo no se mueve. Pero no se mueve, no porque no quiera el Real Madrid, sino porque no tiene dónde ir.
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