Así no. Álvaro Morata había avisado por activa
y por pasiva que su único deseo era salir del Real Madrid en busca de los minutos/protagonismo que le niega un Zidane que prioriza a Karim Benzema más allá del rendimiento.
Con las puertas de la titularidad del Real cerrada a cal y canto, Morata puso la opción del United sobre la mesa, opción, que además, lo convertía en uno de los mejor pagados de la Premier con un sueldo que rondaba los 13 millones anuales.
Un operativo que Florentino Pérez desmontaba en primera persona al exigir por el jugador cifras de galáctico al club de Old Trafford: 90 millones por un suplente de Karim en el Madrid.