Gareth Bale se mueve. El galés lleva semanas mandando avisos a navegantes a través de su agente/amigo, Jonathan Barnett que pude terminar siendo bendición o problema en el Real Madrid.
Los avisos a la ‘casa blanca’ llegan altos y claros: Bale ha tragado mucho y no tragará más. El galés fue contratado con la promesa de ser el futuro relevo de Cristiano Ronaldo en el Real, pero el portugués se eterniza y su momento no llega.
Las lesiones del ‘11’ blanco, unido a la explosión de Isco en el ramo final del curos que pueden dejarlo fuera de la final de la Champions en su casa, Cardiff, han desatado movimientos que apuntan a un mismo lugar: la Premier, y en concreto el United de Mourinho.
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