Aviso a navegantes. El sí del Barcelona a Neymar a la petición de meter a amigos brasileños en el vestuario del Barça –Coutinho/Paulinho- ha generado un terremoto entre aquellos jugadores que exigen al club fichajes para mejorar el equipo y no para mejorar a un jugador del equipo.
Messi da luz verde a cualquier contratación que mejore el rendimiento del grupo, pero, y como el resto, no acepta que la planificación deportivo deba hacerse en base a los deseos de un miembro del vestuario. Una imagen de club pequeño, amateur, que deja entrever trataos de favor internos que sacan los colores de la entidad.
La amenaza del clan Neymar, la segunda tras sangrar al Barça utilizando al Real Madrid en la renovación, retrata la falta de personalidad de la entidad.