A nivel de gestión deportiva, las comparaciones entre el Barça y el Real Madrid siguen siendo odiosas. En todos los aspectos. Mientras el eterno rival se dispone a exhibir de nuevo su poderío económico para fichar a Mbappé, los azulgrana pelean con todas sus fueraz para tratar de retener a Neymar. En el capítulo de traspasos las cosas tampoco pintan nada bien. El club que preside Florentino Pérez ingresó la semana pasada 80 millones de euros por la venta de uno de los descartes de Zidane, Álvaro Morata. Los barcelonistas, mientras, están dispuestos a conformarse con 30 por una de sus últimas perlas: Munir El Haddadi.