Zinedine Zidane toma el mando. El técnico del Real Madrid avisó al presidente en un último cara a cara en Los Ángeles: los refuerzos para el equipo no deben terminar en Kylian Mbappé, el gran deseado de Florentino Pérez.
Zinedine insiste: la plantilla plantea un problema en la última línea. Con la marcha de Pepe, Zidane ve a Jesús Vallejo, verde; no termina de confiar en Nacho y Varane y Sergio Ramos son poco pólvora para un temporada cargada de partidos. ¿Alternativas? Una.
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