Gareth Bale no piensa dar facilidades al Real Madrid para cerrar su traspaso al Manchester United. A pesar de que tiene cada vez más claro que será el sacrificado por el club blanco para traer a Kylian Mbappé, el jugador a quien Florentino Pérez quiere convertir en su nuevo galáctico, y de que arde en deseos de regresar a la Premier League, el galés no piensa ponerle las cosas fáciles a la entidad madridista. Eso lo tiene muy claro. No piensa renunciar a ni un euro de su ficha, por mucho que eso pudiera abaratar su traspaso.
El contrato del galés con el Real Madrid finaliza el 30 de junio de 2022.