Faltan pocas horas para el Clásico de pretemporada con el que Barcelona y Real Madrid deleitarán al público estadounidense en Miami. Pero si para los aficionados norteamericanos no existe otra cosa más que el choque en estos momentos previos, en España y entre las dos aficiones no se habla de otra cosa más que del caso Neymar. La pelea del brasileño con Nelson Semedo delante de todos en un entrenamiento ha terminado de enturbiar el ambiente en el Barça, que empieza a sumir su marcha.
Después de una temporada sin grandes títulos, con una serie de escándalos que han acorralado institucional y popularmente a una directiva tocada de muerte, y con muchas dudas sobre el futuro deportivo de una plantilla que no se consigue reforzar con los fichajes que se pretenden y sí con futbolistas secundarios, perder este Clásico, aunque sea amistoso, y mucho más si se pierde de forma clara y/o importante, podría terminar por hacer reventar la situación y provocar una profunda crisis en la entidad culé incluso antes de afrontar los primeros partidos oficiales de la temporada.
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