Leo Messi no le quita ojo al mercado. La salida de Neymar es una bendición en el Barcelona.
Con las relaciones entre el argentino y Neymar agrietadas, el equipo ve en los 222 millones que dejará el brasileño la mejor opción para construir un nuevo equipo que plante cara al Real Madrid desde ya.
En este sentido, Messi lo tiene claro: la actual plantilla necesita ser reforzada en cada una de sus líneas.
Un jugador franquicia por zona que catapultaría al Barça a lo más alto de forma inmediata.
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