Tres partidos, cero victorias. Junto con los asuntos fiscales de Cristiano Ronaldo, la crisis de rendimiento de hombres como Gareth Bale o Karim Benzema y el fichaje de Kylian Mbappé, de eso es de lo que se está hablando últimamente en el Real Madrid. Tal y como venimos contando en Don Balón, sorprende y mucho que el doble campeón de Europa no haya podido cosechar ninguna victoria todavía en esta pretemporada. Es más: la imagen ofrecida por los de Zinedine Zidane ha hecho que el técnico haya tenido que darle el primer ‘toque’ a los suyos.
El entrenador ha analizado las causas de que su equipo esté tardando tanto en ‘despertar’ después de las vacaciones y pueden ser varias, y todas ellas entremezcladas: el peso de los grandísimos éxitos de la pasada temporada, la falta de rodaje y de físico, algunas ausencias sonadas (Cristiano Ronaldo) combinadas con la falta de forma específica e individual de algunos jugadores que repercuten más que otros en el equipo (Bale y Benzema)… y la nueva segunda unidad.
Precisamente, los que serán teóricamente suplentes esta temporada (o, como le gusta al propio Zidane, jugarán un poco menos dentro de que todos serán importantes) están tardando mucho en empezar a rendir, simplemente, a un nivel lo suficientemente grande como para ser competitivos. No ha cambiado demasiadas cosas el Real Madrid en su plantilla este verano, pero si lo ha cambiado ha sido todo en su ‘equipo B’, ese que le dio más de medio título de Liga y ayudó de forma decisiva en la Champions a lo largo de todo el curso pasado.
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