Antoine Griezmann no perdona. Ni olvida. La salida de Neymar ha puesto el nombre del jugador del Atlético sobre la mesa, pero el francés tiene las decisión tomada: no jugará de azulgrana. ¿El motivo? Doble.
Primero, la estrella gala no quiere dejar al club colchonero tocado de muerte con su fuga en plena sanción FIFA que le impediría reforzarse en el mercado. Y segundo, en caso de salir de la entidad rojiblanca no escogería el Barça.
El mal rollo de Griezmann con el Barça viene de atrás.
Sucedió con Pep Guardiola en el banquillo del FC Barcelona y Andoni Zubizarreta al frente de la secretaría técnica del club.
En aquel entonces llegaron unos informes muy positivos de un chaval francés que jugaba en los equipos inferiores de la Real Sociedad, que por esa época militaba en la Segunda División. Corría el año 2008. ‘Zubi’ analizó el contenido de esos informes y le hizo una oferta formal al chico, que no era otro que Antoine Griezmann.