La primera cita oficial del curso
dejó muy buenas sensaciones, y el primer título en las vitrinas del Real Madrid esta temporada, que ayer comenzó oficialmente para los blancos. Después de no haber logrado ganar ni uno sólo de los partidos amistosos del verano, el equipo demostró que nunca se fue, y con fases de juego primorosas minimizó al Manchester United, que únicamente mostró algo de peligro en los minutos finales de la final de la Supercopa de Europa.
Para este primer choque, siempre simbólico, Zizou eligió premiar al once que conquistó la Duodécima hace tres meses, con la salvedad de Gareth Bale por Cristiano Ronaldo. Galés y portugués se intercambiaron papeles, ya que el luso llevaba sólo unos pocos días de entrenamientos con el equipo. Y respecto a los descartes, los fichajes de este año empiezan a vivir en sus propias carnes lo caro que les va a resultar tener minutos. Hombres como Ceballos, Llorente o Vallejo se quedaron fuera de la convocatoria.
Precisamente, ese es el gran caballo de batalla que el técnico francés va a tener sobre la mesa durante toda esta temporada. Si ya el pasado curso le costó convencer a prensa y aficionados respecto a sus rotaciones, esta campaña será aún más duro. Sobre todo, porque hay futbolistas que en la 2016-2017 fueron suplentes habituales, y que este curso esperan tener más protagonismo, sobre todo si lo hacen bien.