Marco Asensio no tiene un pelo de tonto. El crack de moda en Europa, al que algunos colocaban esta semana en un Barcelona dispuesto a pagar la cláusula del jugador, para el carro. Y de golpe.
Asensio no tiene la más mínima intención de cambiar un proyecto ganador como el del Real Madrid por un Barça en declive. Valverde se confirma como un melón por abrir en el Camp Nou, mientras Zidane pasó de promesa a realidad absoluta.
La propuesta deportiva del Real arrasa, hoy por hoy, a la del Barcelona: ningún efectivo blanco tiene en mente jugársela para ir a menos.
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