Visto lo visto en la ida, siempre que el Barça no tenga su día en el Santiago Bernabéu, lo de este miércoles en el coliseo blanco puede ser una auténtica fiesta. El 1-3 que el Real Madrid cosechó en la ida de la Supecopa en el Camp Nou deja prácticamente sentenciado el segundo título de la temporada 2017-2018 para los blancos, cuando todavía no hemos llegado siquiera al mes de septiembre. La posibilidad del ‘sextete’ ansiado está más cerca. Pero no todo son alegrías en el bando madrileño.
Y es que, tal y como contamos este domingo de madrugada en Don Balón, el Clásico dejó claras dos cosas: el Real Madrid está mejor que el Barça, y actualmente tiene mejor plantilla, fondo de armario y hasta mejores jugadores. Pero siendo cierto eso, también comienza a abrirse una grave brecha entre ambos equipos, o mejor dicho, un problema que amenaza con hacerse cada vez más grande en el Real. Y es que ni Karim Benzema ni tampoco Gareth Bale están bien, y el equipo adolece de falta de gol.
Sólo Ronaldo pudo perforar la portería de Ter Stegen, si hablamos de delanteros. Marco Asensio anotó un golazo y Gerard Piqué abrió el camino a la victoria con su tanto en propia meta, pero al igual que en la Supercopa de Europa, los centrocampistas tuvieron que acudir al rescate de los atacantes en cuanto a mordiente arriba.
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