Josep Maria Bartomeu está en la cuenta atrás. El presidente del Barça se ha metido en un callejón sin salida.
Las palabras de Pep Segura, mano derecha de ‘Barto’ y manager deportivo de la entidad, destrozando a Gerard Piqué, al que culpó de la derrota contra el Real Madrid por su autogol, han desatado una guerra del vestuario contra la directiva con un nuevo foco de tensión: Paulinho.
El equipo destroza al presidente a sus espaldas asegurando que la llegada del brasileño por 40 millones, 29 años, alejado del estilo Barça y que sobrevive en una liga menor como la China, es escándalo mayúsculo, inadmisible.
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